El clérigo explica que en ese estado la persona puede tener actitudes que jamás se pudieran imaginar, puede desarrollar una fuerza asombrosa y hasta tener una voz que no es la suya.

Cada año, informó, se confirman unos cinco casos que constituyen una verdadera presencia de un espíritu maligno que debe ser expulsado mediante el rito del exorcismo.

SOSPECHAS. González explica que para confirmar aquello se hace un análisis detallado del caso, que incluye también que sea derivada la persona a evaluación médica y psiquiátrica para descartar otros problemas.

Cuenta que cada mes se reciben unos cinco casos sospechosos, pero la gran mayoría son traumas, abusos, crisis emocionales u otras que alteran gravemente a la persona.

“Sea o no sea un caso de posesión, igual se le da a las personas el acompañamiento, el consejo y la vigilancia que requieran. Lo más importante es ayudar  y que toda persona encuentre la paz”, expresó.

ALERTA. El sacerdote dijo que muchas personas que buscan su ayuda ya han pasado por brujos y curanderos que piden dinero prometiendo falsas soluciones. Él aconsejó buscar ayuda médica, psicológica o espiritual, según sea el caso, y recordó que ningún sacerdote cobra ni pide nada a cambio por su labor.

TRAYECTORIA. Este clérigo nacido en Junín tiene 43 años, 16 como sacerdote y tres practicando exorcismos. Calcula que ha realizado unos 15.

González, quien también es docente en el seminario San Pedro, resaltó que la maldad existe y que por ello hay que llevar una vida sana y de fe en todos los sentidos. “No hay que olvidar que el bien siempre vence al mal, pero tampoco hay que jugar con fuego”, dijo a modo de consejo para los feligreses.