Ella dice que lo peor son los dolores de los huesos, que incluso la postraron en una cama más de tres días.

Dos semanas después de haber superado la enfermedad aún la aquejan dolores en las rodillas y las manchas rojas (similar a los sarpullidos) se resisten a desaparecer.

Cuando enfermó la mujer acudió a un centro de salud, pero allí le recetaron Paracetamol y tomar líquidos.

El resto de sus familiares decidió no ir al dispensario.

Esta práctica es común. Por ello las estadísticas de los distritos de Salud de la ciudad podrían no ser reales.

En el Distrito Uno, por ejemplo, hasta la semana anterior se contabilizaron 683 infectados en lo que va del año. En este mismo tiempo se descartaron 15 casos. En julio se han confirmado 104.

A nivel nacional, hasta el 15 de julio se registraron 28 mil.

Según una publicación del Ministerio de Salud, los síntomas duran entre cinco y siete días y aunque el cuadro clínico es similar al dengue, produce frecuentemente dolores articulares graves, a menudo incapacitantes, que a veces persisten mucho más tiempo. Raramente pone en peligro la vida del paciente. 

La enfermedad se caracteriza por ser autolimitada y carece de tratamiento específico.

Esta semana el Ministerio de Salud descartó la muerte de un menor de un año y tres meses de edad por chikungunya.

Hasta el 22 de junio en el Distrito Uno se contablizaron 63 infectados y 31 brotes confirmados en el Distrito Dos.