Las aguas servidas fluyen por la calle Demetrio Aguilera. El sumidero no tiene tapa sólo lo cubre una llanta de bicicleta, la cual está colocada en señal de advertencia, según indicó Rosario Peñarrieta.
La mujer diariamente circula por el sector.
“Tenemos miedo de que los niños se vayan a caer al intentar cruzar. Eso es una trampa mortal, debido a que está llena de agua sucia”, comenta Peñarrieta.
El líquido cae a un afluente que pasa cerca de la casa de Carmen Ordóñez.
Ella vive más de 15 años en el sitio. Dice que la pestilencia no la deja ni comer.
“Es un trauma vivir con estos malos olores, uno no puede ni servirse un plato de comida. Quisiera que las autoridades nos visiten para ver si ellos aguantan como nosotros lo hemos hecho”, acotó.
Gabriel Estupiñán asegura que la alcantarilla tiene el problema desde hace dos meses.
El hombre indica que hace 15 días, aproximadamente, funcionarios de la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Epmapa) visitaron el lugar, pero el inconveniente continúa.
“Pedimos de manera urgente a las autoridades que nos arreglen este problema que hace un daño a la comunidad, en especial a los niños que tienen que convivir con la hediondez y las enfermedades”, expresó Estupiñán.