Uno de esos feligreses fue el portovejense Patricio Vallejo, quien llegó al lugar a las 04h00 del martes para alcanzar un buen puesto y lo logró. “No me importó el frío, este día lo recordaré con amor y paz, el amor y fe nos tienen aquí”, dijo.

Luis Vallejo fue otro de los manabitas que estuvieron en este encuentro con la máxima autoridad católica. Él también participó de la vigilia que realizaron miles de feligreses el lunes en la noche.

Entre la multitud también se pudo encontrar a Franklin Cuenca, quien  viajó desde El Paraiso La 14, en La Manga del Cura, para entregarle al Papa un obsequio, el cual estaba hecho con amor: un acróstico con el nombre de Francisco y otro con los valores que resalta Su Santidad.

Reacción. Durante la celebración de la misa, el mensaje del pontífice logró conmover a los presentes.

“La propuesta de Jesús no está hecha a nuestra medida, donde ponemos nuestras reglas y dejamos entrar a unos y a otros no”, manifestó. 

Tras esas palabras, Martha Santander no pudo contener las lágrimas. Ella viajó desde Riobamba para escuchar el mensaje del Papa y recibir su bendición. “Le recibimos todos los ecuatorianos con los brazos abiertos, esperamos que el Papa deje el amor en nuestro país y regrese nuevamente”, dijo.

Tamy María García, quien llegó desde Portoviejo, también se mostró feliz por el mensaje del papa Bergoglio. “Estoy contenta con el mensaje que el sumo pontífice dio. Cuando nosotros procesamos esta fe, tener a un Papa frente a nosotros es tener al Hijo de Dios”, comentó García.

Delincuencia. Durante la visita del Santo Padre se han registrado esporádicos episodios de delincuencia. La noche del martes, un sujeto fue aprehendido en delito flagrante por la Policía Nacional, en la Plaza Grande. El hombre se encontraba sustrayendo billeteras de los feligreses congregados en los exteriores del Palacio de Carondelet, a la espera de la bendición del papa Francisco.

Aquí también periodistas de medios internacionales y nacionales sufrieron robos de equipos, documentos, como les ocurrió a un japonés y un argentino.

Ayer, Alberto Zambrano, fotoperiodista de El Diario, también fue víctima del robo del lente de su cámara, mientras se efectuaba la misa campal en el parque Bicentenario.