ED. ¿Qué tan importante es el Código para el país? 

GJ. La aprobación es extraordinaria, nos da una herramienta fundamental para servir mejor a los ciudadanos. Va a dar más celeridad judicial, mayor fortaleza en el sistema, más jueces, mayores recursos. 

 

ED. ¿Qué es lo más destacado del Código?

GJ. Es cambiar un sistema que no servía por otro renovado, más sencillo, donde dejamos de lado un sistema escrito que nos obliga a gastar casi 8 millones de hojas de papel al mes, además de que ingresa mucho papel por las ventanillas.

Además se implementa el sistema oral, donde se trabaja en audiencias públicas y el juez no sentencia en su despacho sino que dictamina públicamente en la misma audiencia. 

 

ED. ¿Qué pasa cuando hay apelación?

GJ. La apelación es un derecho, pero hay una innovación y es que tiene que ser motivada. Ya no me conduce a una segunda instancia para empezar de cero porque se va a discutir solo los puntos de la apelación.

 

ED. El COGEP también otorgará nuevas competencias a los notarios…

GJ. Se descongestiona el sistema de justicia; de manera preventiva los notarios trabajan en la fe pública y de esa forma formalizan actos y contratos que antes llevaban los jueces. La inscripción de un contrato de arrendamiento, el divorcio por mutuo consentimiento cuando no hay hijos ni bienes que repartir, la determinación de linderos entre vecinos cuando no hay conflicto son algunas de las 36 competencias para los notarios, quitándole trabajo al juez para que se concentre en otros asuntos.

 

ED. También se ha creado una sala especializada de lo laboral en Manabí.

GJ. Hemos incorporado 22 nuevos jueces, con lo cual llegamos a 150 jueces para Manabí. Eso implica la creación de la sala especializada de lo laboral.

Esperamos este año tener 17 jueces más en la provincia antes de que termine el 2015, con lo que se pondrá a Manabí por encima del estándar nacional.

 

ED. Sin embargo, de los cambios aún hay casos de irregularidades de algunos jueces. ¿Se va a volver más estricto el control?

GJ. No podemos negar que aún existen actos de corrupción, pero ya no está generalizado. Hoy hay un buen sistema de justicia y la mayoría de los jueces y juezas son gente honesta. Ante la corrupción el Consejo de la Judicatura es implacable, evidentemente siguiendo el debido proceso. Pero también el ciudadano tiene derecho a quejarse y si la queja tiene fundamento actuaremos con muchísimo rigor.