El libro ‘Alza que te han visto’, de Wilman Ordóñez señala: 

“La Fiesta Regional del Montuvio vino a constituirse en la venta, puerta y casa abierta de los saberes del montuvio ecuatoriano.

Aunque fue criticada la labor de Rodrigo de Triana por los marxistas de la época (De la Cuadra y Gallegos Lara, sobre todo), por tener ‘El Flaco’ vinculación con los Gran Cacao, propietarios de las haciendas de donde los montuvios provenían para participar de ‘su fiesta’.

Primera fiesta. Cuando Rodrigo organiza la primera fiesta regional contaba con apenas 18 años de edad. ¿Quién más con ímpetu, voluntad y deseos para llevar adelante tamaña empresa? La herencia de los próceres y marineros de la Independencia retoñaba en Rodrigo de Triana.

Su seudónimo lo vindica. ¿Tierra a la vista? No. Montuvios a la vista. 

Prefirió recibir vejámenes, pero se impuso. Su campaña reivindicadora de los montuvios tuvo feliz término. De ahí, años seguidos se siguió realizando la fiesta del montuvio hasta su completa desaparición, cuando los ánimos decayeron y no hubo más auspiciantes.

Lo que me parece extraño es la desvinculación que se produce años más tarde entre Chávez González y la burguesía guayaquileña que aupaba su proyecto. ¿Quién dejó a quién? De Triana critica en los cuarenta ‘el parvenú’ guayaquileño de la aristocracia criolla. 

Para entonces, ya no existía la Asociación de Montuvio, pero continuó organizando la fiesta, cada dos o tres años -sin los aires de antañonas jornadas como las de la década del veinte y treinta- hasta 1947, cuando desaparece por completo”.