Esta propuesta - o sugerencia - al parecer surgió o tomó impulso en la mente y se apoderó del alma del inspirado alcalde luego de la sesión popular que desarrollara el Gobierno de Manabí con motivo del aniversario último del  Día de la Provincialización.

Aparentemente, el sensible funcionario detectó que el actual himno no genera ningún interés ni emoción en la población, probablemente por el desconocimiento que del mismo tiene una apreciable mayoría, como se notó en la escasa entonación que tuviera en esa ocasión, a tal punto que muchos de los presentes gesticulaban, pero no cantaban, menos aún entonaban, porque desconocían la letra y la música.

Contrariamente, el pasillo de marras impulsa a algunitos hasta la dramatización cuando lo interpretan.

Quizá esto forma parte de la justificación del proponente para hacer tal petitorio. 

Sin embargo, larguita es la diferencia del querer y del poder, no tal fácil como reza en el escudo de Portoviejo, porque, semántica y conceptualmente, hay diferencias entre ambos géneros musicales.

Un himno destaca por sus características de marcialidad, civismo, épica; subraya el honor, la historia, el patriotismo; mientras el pasillo refleja recuerdos y sentimientos diversos, amorosos: al terruño, a la persona. Es decir, temáticas que no compiten por ser paralelas.

Por ello, la “chispa” del inquieto y emotivo alcalde debe ser tomada con esos preceptos por el animoso y receptivo prefecto,

porque las cosas no podrían ser así de facilito, por antojo. Recordemos que el himno fue producto de un concurso y del análisis de un jurado que consideró que el mejor era el escogido, veredicto santificado posteriormente por el cuerpo colegiado provincial.

En tales circunstancias, reflexionando, para superar de alguna manera la debilidad del desconocimiento de la letra y de la música del himno provincial, se presenta como conveniente despertar el interés y el entusiasmo ciudadano.

Retomar una campañita de difusión para empujar a la “pipol” a tararearlo, memorizarlo y finalmente aprendérselo.

Si bien el actual himno no es desconocido, la realidad está mostrando que se requiere nueva estrategia para imbuirlo masivamente.

Será otra obra de los bien armados departamentos de Comunicación y de Cultura del Gobierno Provincial de Manabí.

Entonces, la pelotita queda del lado del Mariano.