El Diario (ED): ¿Cómo cree usted que debe reaccionar el Gobierno ante las protestas que azotan al país?

El pueblo ecuatoriano se ha expresado en las últimas semanas en las calles y eso significa que se le está mandando un mensaje muy claro al Gobierno. No sólo se está pidiendo el retiro definitivo de las leyes de Herencia y Plusvalía, sino el análisis de otros temas fundamentales como los relativos a las enmiendas constitucionales y la reelección indefinida. 

Estamos viviendo momentos difíciles en el Ecuador, por lo que el Gobierno debe escuchar al pueblo y rectificar, lo que sería una respuesta muy democrática. 

 

ED: Ustedes como movimiento político ¿qué exigen al Gobierno?

Exigimos al Gobierno que llame a una consulta popular sobre la reelección indefinida, la misma que es un estímulo perverso pensando en la próxima elección y no en las próximas generaciones. 

Estamos exigiendo al Gobierno establecer un plan de austeridad en el gasto corriente, que se elimine tantos ministerios que existen, tanto número de asesores y demás secretarios. 

Asimismo hacemos un llamado muy frontal para que se eliminen las sabatinas, donde se gasta mucho dinero y lo único que hacen es exacerbar el ánimo y dividir a los ciudadanos. 

 

ED: ¿La presencia de Mauricio Rodas en una pasada marcha de Quito significa que el movimiento SUMA ya es parte de las protestas?

SUMA 23 ha venido permanentemente caminando con los ciudadanos y mostrando su inconformidad. Hemos tomado una resolución como movimiento en la que le hemos dado toda la apertura a nuestros militantes para que participen democráticamente en las marchas, pero como movimiento estamos planteando mecanismos de solución. 

 

ED: El Gobierno en varias ocasiones ha acusado a la oposición de fraguar un “golpe blando” ¿Considera usted que esa es la verdadera razón de las protestas?

La figura del golpe de Estado está solo en la mente de ellos. Es un término que han inventado en toda la liga del mal llamado ‘socialismo del siglo XXI’, porque lo mismo se dice en Venezuela, Brasil, en Bolivia, y ahora acá. 

El presidente debe terminar hasta su último día de mandato y el pueblo va a demostrar en las urnas lo que viene sintiendo durante estos últimos meses.