Para Saltos, esta disminución de audiencias fallidas representan un avance “extraordinario” en la administración de la justicia. Para el efecto, dijo, se tomaron una serie de políticas cuyo cumplimiento ha incidido en los resultados que en la actualidad se tienen. Una de estas medidas tiene que ver con las sanciones que se imponen a los abogados por dilatar las audiencias, aunque según Saltos, el cambio de actitud de los profesionales del derecho en este sentido obedece más al cambio de conciencia de ellos. 

“El problema principal mayor, que ya no lo es ahora,  era la facilidad con la que los abogados de libre ejercicio no acudían a las audiencias”, señaló Saltos. 

Sobre el tema opinó Salín Alcívar. Para este abogado en libre ejercicio, la disminución de las audiencias fallidas tiene dos aristas, primero, dice, el temor de los abogados por ser sancionados, y segundo la toma de conciencia, “aunque obligada”, de sus colegas. Otro abogado que quiso omitir su nombre coincide con su colega; sin embargo, a él le preocupa que ciertos jueces o magistrados no despachan rápido los casos. Aseguró que tiene un caso que lleva más de un año. “Si se deja de insistir estos casos quedan prescritos”, dijo el profesional del derecho. 

En lo que va del año, 49 abogados en libre ejercicio han sido sancionados pecuniariamente por no asistir a las audiencias, según datos de la Judicatura.