Pero ha tenido algunos inconvenientes. “La época más difícil fue cuando estuve trabajando en Estados Unidos. Su álbum ‘Red’ acababa de publicarse, así que no había un día en el que alguien no me llamara por su nombre”, asegura. “Conseguí un trabajo en un campamento de verano y los niños pensaban que era la verdadera Taylor Swift y que estaba allí para darles una sorpresa”, relata.