Estas se han dado en protesta por ciertas políticas del gobierno, unas, y otras a favor de ellas.

Hasta ahora la oportuna y mesurada intervención policial ha neutralizado los intentos de enfrentamientos físicos; sin embargo, no ha logrado detener agresividades como lanzamientos de objetos que causaron heridos de cierta consideración.

Por eso, ante la evidente demostración de inconformidad en un sector de la nación, causadas por medidas oficiales generadas desde el gobierno, se hace obligatoria una meditación que convoque a revisión de procedimientos sobre las reacciones a los proyectos y leyes cuestionadas.

Es que la insatisfacción existe, es evidente, constituyéndose en un error pretender soslayarla, minimizarla desviándosela al plano de las diferencias políticas e ideológicas. Igual mandando contramanifestaciones.

El arte de gobernar es el arte de dialogar, lo que incluye equilibrio emocional y mucha comprensión, factores que ahora son mayormente demandados al gobernante para el control pacífico y la superación satisfactoria de la situación.

Eso es lo que espera el pueblo ecuatoriano, lo que  establece la razón.