En su barrio había un bingo y su madre tenía previsto asistir a este evento. Como siempre Kevin la acompañaría, ya que es su engreído y siempre andan juntos. 

Según la madre, camino al bingo pasaron por la casa de un familiar y el joven quiso quedarse. La madre dijo que no puso ninguna objeción porque Kevin frecuenta ese domicilio. Pasaron dos horas y ella regresó a su hogar a las 18h00 para preparar la merienda. Cuando llegó, dice, encontró a Kevin bañado y cambiado de ropa. Según su narración esto le pareció extraño porque su hijo no suele bañarse temprano, sino unas horas antes de dormir.  

Por la discapacidad, Kevin tiene problemas para pronunciar varias palabras, sin embargo su madre dijo que le entiende. Ella le preguntó por qué se había bañado, y él le mostró su ropa interior y le dijo el nombre de su presunto agresor. Ante aquello, la madre trasladó al joven hasta el hospital, en donde el médico determinó una posible violación. Luego presentó una denuncia en contra del supuesto agresor.

La Policía logró detener a un hombre de 30 años, y lo trasladó hasta la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC), y una vez terminada la audiencia se le dictó prisión preventiva por 30 días.

MIEDO. Después de este suceso, Kevin no es el mismo y sufre de cambios de ánimo repentinos, mencionó su madre. Ella indicó que en ocasiones lo nota “preocupado y con la mente ida”. La señora quiere que el caso de su hijo no quede en la impunidad y que el responsable pague por el delito cometido. La mujer manifestó que su hijo tiene discapacidad desde que era bebé, un 80 por ciento según el carné del Conadis.