Eso es lo que asegura Rafael Torres Gómez, presidente de la Federación Nacional de Productores de Plátano del Ecuador (Fenaprope).

Sostiene que los intermediarios comercializan el 90 por ciento de la producción de plátano de El Carmen y Santo Domingo de los Tsáchilas (Zona 4), por lo que la salida es la asociatividad para tener acceso directo al mercado “que lo monopolizaron terceras personas”.

Señala que de acuerdo al censo del 2013 en la Zona 4 hay unas 50 mil hectáreas de cultivos, sin contemplar Chone, Calceta, Jipijapa, que no sobrepasan las 500 hectáreas.

Agrega que de El Carmen semanalmente salen 150 mil cajas tipo A (de exportación a  Estados Unidos y Europa) y tipo B, que va a Colombia. Pero como el exportador no quiere lidiar con los pequeños productores busca una persona que lo represente y “en el eslabón del intermediario se pierde entre 2,50 y 3 dólares por caja”. Los productores que venden a los intermediarios que tienen cupos grandes reciben 4 dólares por caja; y los que venden directamente a las empresas reciben 5 dólares.

Para él “la asociatividad es la única salida porque somos productores pequeños. Formamos 32 asociaciones que intentamos fortalecernos”, recalca.

ANÁLISIS.  El sociólogo Carlos Alberto Zambrano sostiene que a nivel de América Latina numerosos países tienen rendimientos que duplican los obtenidos en el Ecuador. 

“Se ha calculado de manera general que en las propiedades de mediana tecnificación se necesitan de 2,1 a 2,5 hombres por hectárea. En el caso de El Carmen se utilizan hasta cinco hombres por hectárea por su limitado nivel de tecnificación, por lo que los costos de producción inferiores se encuentran en las propiedades más tecnificadas, siendo un 55 % menor su necesidad de mano de obra”, añade.

En este contexto, agrega, las propiedades pequeñas “compensan” el desbalance técnico indicado con mano de obra familiar o contratada. Sin embargo, el jornal promedio en El Carmen es de 15 dólares por día, lo que influye en los costos de producción. 

VALOR AGREGADO. John Bazurto elabora los chifles Yon Yum, empresa que inició en el 2003, cuando la caja del plátano costaba un dólar.

Sostiene que no puede ampliar el mercado porque requiere  apoyo para instalar una empacadora. que cuesta 100 mil dólares. 

Además, dice, las demandas laborales no permiten crecer y no hay políticas para apoyar al microempresario. Pero no pierde la fe en ampliar el negocio al mercado nacional.