El decomiso de aletas se realizó el miércoles en seis bodegas ubicadas en Manta, bajo el delito contra la flora y fauna silvestre. También se detuvo a seis personas.

“Vamos a investigar este caso hasta el final, puesto que se ha venido afectando  deliberada y desproporcionadamente este recurso”, señaló  Fuentes, durante la rueda de prensa que ofreció ayer en Manta, junto a funcionarios del Ministerio de Ambiente y la Policía.

El fiscal Vicente Párraga señaló que la cantidad de aletas decomisadas no responde a una pesca incidental. 

“Este decomiso es producto de un trabajo de investigación de seis meses, partiendo de una guía de movilización, en la que se transportaban 50 tiburones y  tres albacoras”, anotó.

La investigación se inició porque, según el Fiscal, “era común ver, en las playas, cómo a los tiburones se les sacaba las aletas (…) la cantidad de aletas de tiburón que salían que era algo no normal”.

Párraga sostuvo además que la investigación del caso se ampliará. Al momento, se ha detenido a seis personas que eran los administradores de las bodegas, uno de ellos fungía como el presidente de la Asociación de Comerciantes de Aletas de Tiburón.

Él anunció que los responsables del control pesquero deberán responder con argumentos valederos que justifiquen la cantidad aletas decomisadas. 

Igualmente  Gonzalo Cortez, representante del Ministerio de Ambiente, señaló que en la evidencia se han encontrado juegos de aletas del tiburón martillo, que está en riesgo de extinción y por esa razón existe un decreto que prohíbe su captura. 

El funcionario señaló que dos biólogos del Ministerio de Ambiente, desde ayer trabajan en el monitoreo de las aletas decomisadas.

INFORMACIÓN. En el Viceministerio de Pesca no se ofreció información sobre el tema de las aletas. Un vocero manifestó que en el transcurso de las próximas horas convocarán a una rueda de prensa.

Mientras tanto en Playita Mía, ayer los inspectores de la Subsecretaría de Pesca, trabajaron normalmente en el monitoreo de la pesca que se desembarcaba, entre la que había tiburones (pesca incidental).

Uno de los inspectores explicó que la pesca incidental del tiburón la practican los barcos y las embarcaciones o lanchas de trasmallo. Los primeros descargan en el puerto y las otras en La Poza y en Playita Mía. Indicó que cada tiburón que se desembarca queda registrado en la guía de Control Pesquero. El tiburón que más se descarga  es el azul, el rabón y el mico, señaló.

PESCA. Luis Barro, dirigente de los comerciantes de tiburones, invitan a las autoridades de Pesca a dar la cara y aclarar el perjuicio que les representa el decomiso del producto que han venido acumulando para su posterior exportación. Él desmintió que existan 200 mil aletas  y que sean producto de una pesca reciente. Agregó que denunciarán este caso a la organización de los derechos humanos. “No se puede actuar por lo que se ve, hay que investigar y no atropellar. No hemos comprado el producto de manera fraudulenta, está avalado por la autoridad de Pesca”, agregó.  En Ecuador, el decreto ejecutivo 486 expedido en 2007 prohíbe la pesca dirigida específicamente a tiburones, pero permite su captura “incidental”.