Ella es testigo de Jehová y su hermano tuvo que presentar un documento notarizado para evitar la transfusión de sangre, luego de ser operada para extraerle un ovario.
Los médicos llamaron a la Policía y a un representante de la Fiscalía para abordar el caso. El fiscal Alfonso Vélez tuvo que llamar a un juez para saber qué decisión tomaba, y como la Ley del Paciente dice en el artículo 6 que toda persona tiene derecho a elegir si acepta o declina un tratamiento médico, no le practicaron la transfusión a Mero.
Este hecho ocurrió hace tres meses, y la paciente cuenta que luego de la operación fue trasladada al hospital del IESS, donde se sometió a un tratamiento denominado eritropoyetina, que es una hormona estimuladora de glóbulos rojos en la sangre.
“Ese tratamiento es una alternativa a la transfusión de sangre. Estoy sana y salva. Todos los días me alimento de lenteja y hierro para recuperar la sangre perdida. Nosotros evitamos la transfusión porque la sangre es sagrada”, explica.
atenta. José Bermúdez, representante del departamento de Noticias de la iglesia de los Testigos de Jehová, indica que el intercambio de sangre es un método que atenta contra el principio religioso de la congregación.
Es por eso que cuando una persona está enferma se oponen a la transfusión de forma rotunda. Explica que en el país hay 9 provincias que cuentan con un comité de enlace con los hospitales, cuyos miembros dialogan con los médicos para explicarles las alternativas que existen ante la transfusión. “Realmente la función del comité es vincularnos con los médicos para informarles las alternativas. Es por eso que cada miembro de la iglesia cuenta con un documento notarizado donde consta la prohibición de la transfusión”, expresa.
En abril del 2012, siete personas fallecieron y otras 19 resultaron heridas en un accidente de tránsito registrado en Guayaquil, cuando se dirigían a una iglesia de los Testigos de Jehová.
Las autoridades del hospital Luis Vernaza de Guayaquil informaron a los medios de comunicación que las personas fallecieron porque no se permitieron transfusiones de sangre.
Sin embargo, Bermúdez explica que quienes perdieron la vida en ese
accidente estaban graves.
Él cree que aquella información fue distorsionada, porque los miembros de la iglesia buscan atención médica de calidad y aceptan todos los tratamientos, excepto la transfusión.