Los cambios que se han logrado introducir en la institucionalidad del país son cambios estructurales y es de esperar que esa restructuración “dé a luz” un engendro que sólo contiene los genes del odio, oposición llena de cinismo y huérfana de argumentos, oposición desesperada por recuperar el poder político y sus privilegios.

¿A qué se opone la oposición? ¿A la más grande y luminosa revolución educativa?. Ningún pueblo del mundo se desarrollará sin un sistema educativo eficiente que privilegie la excelencia académica y la investigación. 

¿Se opone la oposición al cambio de la matriz energética?. Gracias a las hidroeléctricas, pronto en funcionamiento, el Ecuador dejará de importar combustible, produciéndose un ahorro de miles de millones de dólares que serán usados en financiar programas sociales en beneficio de los ecuatorianos más pobres. ¿La oposición se opone a que se construyan hospitales y centros de salud modernos, a que el Estado asuma los gastos que demandan la atención a ecuatorianos enfermos en fase terminal, o que los trasplantes de órganos se los efectúe sin costo alguno para pacientes en situación de desamparo? La derecha política jamás ha sido solidaria ni humanista, de tal manera que nunca le importó el desamparo de los pobres. 

¿Se opone la oposición a que el gobierno actual haya obligado a afiliar a las empleadas del servicio doméstico? Permitidme, compañero lector, una breve y dolorosa historia: Vi morir a una mujer de sesenta y ocho años de edad, que trabajó en el servicio doméstico hasta cuando enfermó (66 años); murió acompañada de la pobreza  y atormentada por el sufrimiento, acostada sobre papel periódico y una sábana que de vieja ya había perdido hasta el color. ¿Pretende la derecha deshumanizada desmontar todos estos avances cimentados en el verdadero humanismo y en el contenido mismo del evangelio cristiano?. ¿Se opone la oposición a que se continúe con ese maravilloso y piadoso programa “Manuela Espejo”, que por primera vez en la historia del Ecuador, el Estado asistió de manera real y efectiva a los olvidados discapacitados? La oposición no tiene ojos ni corazón que les permita visibilizar y asistir a los seres con capacidades especiales, son como tiburones de aguas profundas, sólo asisten cuando huelen sangre (dinero, contratos mañosos, enriquecimiento ilícito…etc.).  A pesar de esta cínica conducta, la democracia plena que vive el Ecuador le reconoce a la oposición su derecho a existir … ¡aunque sea en condición de ameba!