El Movistar Arena, ubicado en Santiago, es el escenario que acogerá este martes la esperada gran cita del rock and roll, una de las más importantes de los últimos tiempos en Chile.

La banda Judas Priest, liderada por Rob Halford, llega al país austral a promocionar "Redeemer of Souls", su último álbum de estudio lanzado en 2014, mientras que el trío de Motörhead, comandado por Lemmy Kilmister, regresa a Chile después de 4 años para rememorar éxitos y mostrar "Aftershock", su disco más reciente.

El nacimiento de Judas Priest se remonta a 1969, cuando el guitarrista K.K. Downing y el bajista Ian Hill decidieron formar una banda a la que dos años más tarde se unía Rob Halford.

Su primer concierto se produjo en 1971 y tres años después se publicó su álbum debut "Rocka Rolla", sin embargo, fue en 1976 con "Sad Wings of Destinity" que la banda se convirtió en una de las punteras y más aclamadas del heavy metal.

En 1989 se incorporó el ex Deep Purple, Roger Glover, y comenzaron así a encadenar un éxito tras otro, entre ellos, "British Steel" y "Screaming for Vengeance".

Actualmente la banda rockera, que sigue incorporando en su estética heavy las clásicas melenas, cazadoras y pantalones de cuero, acumula más de 45 millones de discos vendidos en todo el mundo a lo largo de su trayectoria.

Judas Priest llega a Chile con Rob Halford (voz), Glenn Tipton (guitarra eléctrica), Richie Faulkner (guitarra eléctrica), Ian Hill (bajo) y Scott Travis (batería).

Por su parte, el grupo de rock Motörhead, también visita el país austral con una consolidada trayectoria, que ya suma cuarenta años, en los que han publicado una veintena de discos.

Junto a Lemmy, el trío lo completan el guitarrista Phil Campbell y el baterista Mikkey Dee, los que subirán esta noche al escenario para interpretar, según esperan sus fanáticos, éxitos como "Ace of spades", "Overkill", "Iron fist", "Killed by death" y "Orgasmatron".

Motörhead, que se autoproclama como conservador de un rock and roll más ruidoso, lanzó su último álbum "Aftershock" a fines de 2013, que obtuvo buenas críticas y se posicionó en su primera semana como número dos en la lista de éxitos estadounidense Billboard 200. EFE