Para importantes sectores de opinión, todo se debe a que el gobierno no ahorró a tiempo, ni diseñó una política para tiempos difíciles: todo lo que ingresó, lo gastó. Pero el gobierno dice, una y otra vez, que son dos los motivos que lo han obligado a adoptar las medidas conocidas: tener al dólar de los EE.UU. como moneda nacional y al desplome del precio de petróleo. ¿Quién tiene la razón? Habría necesidad de varios comentarios para que cada uno saque sus conclusiones, pero lo importante ahora es saber que siempre, no importa el estado de la economía, se necesita que el ingreso de dólares sea superior a su salida. Se requiere superávits y no déficits, como principio general. Así de sencillo. Cuando hay excedentes, cualquier imprevisto, después de todo, se torna manejable.
Análogamente, Portoviejo necesita para su crecimiento y desarrollo que más dólares entren a su economía por dos motivos también: primero nunca ha tenido, en su área de influencia, producción exportable que genere divisas que se reciclen en la ciudad y segundo sus ingresos se basan, en términos generales, en los sueldos de la burocracia local que cada vez es menos. Por lo tanto, hipotéticamente se podría decir que Portoviejo debería EVITAR QUE MENOS DÓLARES SALGAN DE SU ECONOMÍA Y AL MISMO TIEMPO PROMOVER MAYORES INGRESOS DE LOS MISMOS. Con estos principios siempre presentes, se podrían colocar las bases para que la ciudad crezca y además habría esperanza de generación de empleo. De manera que a la hora de la planificación habría que hacer todo lo posible - con todas las medidas que se puedan tomar y con todos los actores que se puedan involucrar- para que lo que se haga en este sentido esté orientado a lograr que la mayor cantidad de dólares entren y no sólo eso, se queden en la ciudad para que una vez reciclados localmente sirvan para la creación de empleo y riqueza.
Siguiendo esta lógica entonces, hay que realizar obras para que la gente se quede en la ciudad y claro se atraiga dólares de otras partes y gaste localmente, algo parecido a lo que lo que el gobierno central pregona que promueve el turismo interno. A fin de cuentas es el mismo objetivo: que los dólares no salgan, que se queden en el mercado interno. Esto es una meta a alcanzar.
