Esto según Diego Álvarez, laboratorista de la planta de tratamiento de la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Portoviejo (Epmapap), permite disminuir los olores en la zona donde están las lagunas, donde se utiliza microorganismos para eliminar la mayor cantidad de materia orgánica. 

Sin embargo, hay moradores de las zonas aledañas, como Melba Loor, que sostienen que hay días en los que los malos olores se perciben más, especialmente en horas de la noche cuando se disponen a descansar.  Su vecino Pedro Bazurto dijo que hay olores pero han disminuido y “se sienten poco”. 

El gas sulfúrico que producen las aguas con las altas temperaturas genera los olores, explicó el técnico. 

LAGUNAS. Álvarez informó que solo funcionaba una laguna de 1,5 hectáreas y hace tres semanas habilitaron otra, de 2,46 hectáreas, que fue desazolvada tras estar sin uso 10 años.

Además, repararon tres aireadores, que se unieron a otros tres que estaban en funcionamiento, lo que aumentó la capacidad de oxigenación de las aguas.

TRATAMIENTO. Explicó que con los microorganismos mejoran el proceso y el agua que va al afluente, que es una tercera laguna, está apta para ser descargada al río. El técnico dijo que desde que el agua llega al cárcamo demora 13 días hasta ser descargada. 

INVERSIÓN. Indicó que en pocas semanas cambiarán el sistema de tratamiento con bacterias a uno con extractos vegetales y aditivos para atacar directamente a los compuestos que generan los malos olores. Este procedimiento tiene un costo de 250.000 dólares, que será asumido por el municipio, y 25.000 dólares en la reparación de los aireadores.