En Manabí, al igual que en el resto del país, los dos bandos harán su presencia en las calles.

En Portoviejo, con una marcha que inicia a las 09h00 desde el parque Eloy Alfaro, la Confederación Obrera Provincial de Manabí (COPM), que reúne a los trabajadores municipales, alentará sus voces por este día.

Nancy Núñez, presidenta de esta organización, dijo que aunque hay cambios positivos en las últimas reformas van a alzar su voz por hechos como la eliminación del 40 por ciento en el aporte estatal a las pensiones jubilares.

Protesta. La dirigente aseguró que hay problemas que siguen, un ejemplo que en ciertas instituciones se tercericen servicios como los de aseo, mensajería y otros.

A este colectivo, que marchará hasta llegar a la Gobernación, se sumarán otras centrales sindicales y campesinas.

Mery Zamora, del movimiento político Unidad Popular, dijo que junto con organizaciones como la Unión Nacional de Educadores (UNE), Frente Popular y otras, se sumarán a esta marcha para reclamar por lo que consideran retrocesos y atentados contra los derechos de los trabajadores.

Entre estos citó la afiliación de las amas de casa, oferta que consideró como una “burla” debido a que tendrían derecho a una jubilación, pero no a servicios del seguro de salud.

Celestino Vélez, presidente de la Federación de Organizaciones Campesinas de Manabí (FOCAM), señaló días atrás que en otros años él mismo se hubiera movilizado a Quito para apoyar al oficialismo.

“Yo antes iba con 10 o 15 buses, ahora no”, recuerda el dirigente, quien señaló que les preocupa que no se especifique el 40 por ciento de las aportaciones gubernamentales al sistema de pensiones.

El dirigente que se definió como apolítico, “ni a favor ni en contra”, dijo que también estiman un “duro golpe” las sanciones por el transporte en camionetas, para ellos el único que sirve realmente en la zona rural.

Marcha. En Quito organizaciones sindicales  como el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), de la mano de otras organizaciones sindicalistas, campesinas e indígenas harán la tradicional marcha de esta fecha, pero en rechazo a las últimas reformas.

Por su parte,  la oposición política ha decidido no vincular el partidismo con las manifestaciones. Según recoge diario Expreso, organizaciones como el Partido Sociedad Patriótica (PSP) y el movimiento Madera de Guerrero no se sumarán formalmente. 

“Al igual que en la marcha del 19 de marzo, a excepción de Lucio y Gilmar Gutiérrez, toda la militancia del partido va a participar, inclusive a nivel dirigencial, pero como ciudadanos”, precisó Gilmar Gutiérrez dirigente de PSP.

La jefa del bloque legislativo de Madera de Guerrero, Cynthia Viteri, dijo que el “partido resolvió liberar a sus adherentes para que participen de las marchas”. 

Celebración. Desde el oficialismo se ha reivindicado a los eventos de hoy como una celebración de lo que consideran logros laborales.

Hoy en Manabí también habrá movilizaciones y concentraciones a favor del Gobierno.

En esa línea, frente a la Gobernación de Manabí se instalará un escenario para realizar un festival artístico.

Así lo anunció Xavier Santos, jefe político de Portoviejo, quien señaló que esta fecha es de celebración dado que hay importantes avances en los derechos de los trabajadores como la incorporación a la jubilación del trabajo no remunerado en el hogar.

El funcionario dijo que hoy se congregarán delegaciones de toda la provincia, en tanto que otras se sumarán a la movilización que se organiza en Quito.

Santo agregó que alrededor de las 11h00 se enlazarán mediante pantallas gigantes a la concentración que se realiza en la capital de la República y al discurso del presidente Rafael Correa.

Joel Alcívar Cedeño, director regional de Trabajo y principal del Ministerio de Relaciones Laborales en la provincia, señaló que las últimas reformas laborales constituyen un avance. Destacó que al no especificarse el 40 por ciento para las pensiones jubilares sí se establece una garantía total y universal para el sistema de aseguramiento.

También estimó como avances la eliminación del contrato a plazo fijo. Ahora, dijo, un trabajador pasa de un contrato de prueba de tres meses a un contrato indefinido.

Criterios. Pedro Pablo González tiene  59 años. De esos ha trabajado  40 y de éstos sólo los últimos diez con seguridad social. Este maestro constructor afirma que ahora hay más seguridad para el trabajador, pero que la situación económica es más difícil. 

Por su parte, Torivio Hurtado cuenta que no cree que existan oportunidades para desarrollarse laboralmente. Él vive de llevar bultos en el mercado y no tiene seguridad social. Dice que sus ingresos, que usa para mantener a los miembros de su familia, no le alcanzarían para hacer una aportación. Además,  tampoco le llama la atención. “Si fuera al Seguro me tocaría esperar, si voy al hospital (público) también, así que lo mismo da”.

El empresario Wilmington Ramírez indica que las reformas laborales son de tipo sancionatorio y no estimulan del todo la generación de trabajo. 

Sin embargo dijo que las empresas que cumplen todas las normas y requisitos no tienen nada que temer.