En la asamblea que se desarrolló la tarde del jueves en el salón principal del Municipio, el representante de los taxistas, José Muñoz, recordó que en el 2003 se dio la última revisión de los pasajes.

 

El dirigente reseñó que  entonces una llanta costaba 25 dólares y ahora vale 80 dólares; una reparación de motor costaba entonces 500 dólares y ahora 1.300 dólares. 

Por ese tipo de consideraciones Muñoz solicitó  a las autoridades que el nuevo valor de arrancada de un taxi sea 60 centavos de dólar, que el kilómetro recorrido cueste 50 centavos y que el minuto de espera sea de 12 centavos de dólar.

BUSES. En representación de los buses urbanos, Sixto Castillo dijo que el ingreso mensual de un bus  es de 2.400 dólares con un egreso de 2.039 dólares, lo que hace ver que  la rentabilidad es mínima y no alcanza para pagar las cuotas de las comercializadoras de vehículos. 

Con ese antecedente Castillo pidió que la nueva tarifa de los buses urbanos sea de 40 centavos, respetando el 50 % de rebaja a los estudiantes y personas de la tercera edad o con discapacidad..

Varios ciudadanos intervinieron para expresar que efectivamente amerita la revisión de los pasajes, pero pusieron reparos en el trato al que están expuestos por parte de los colaboradores de los buses.

Henry Marcillo propuso la creación de una veeduría ciudadana que permanentemente vigile el servicio de los transportes.

El alcalde Hugo Cruz anunció que antes que los ediles tomen una determinación habrá otra asamblea de difusión ciudadana, que sería la próxima semana.