Fabricio Soledispa no sabe por qué los mosquitos le pican sólo a él y no a sus hermanos que duermen en la misma habitación. 

“Creo que soy dulce para los mosquitos”, dijo Soledispa, inconsciente de una respuesta real.

Pues bien, el miércoles un grupo de científicos de las universidades de Londres, Florida y Nottingham revelaron las primeras razones de por qué los mosquitos prefieren picar más a una persona. Según la investigación, los mosquitos se sienten atraídos por un componente genético oculto al tipo de olor humano, una diferencia genética en el cuerpo que es detectable por los insectos. 

La investigación no detalla el tipo de olor, pero los investigadores aseguran que continuarán trabajando para determinar los genes implicados en el control del olor corporal que manipula el comportamiento del mosquito. 

La investigación científica sí deja claro que los insectos también son atraídos  por la temperatura corporal, el sudor, la emisión de dióxido de carbono, ropa de colores oscuros, bacterias de la piel, mujeres embarazadas y la cerveza. 

>RECOMENDACIONES. Carlos Mendoza, jefe distrital de Salud, recomendó el uso de repelentes en el día y la noche para evitar las picaduras de mosquitos.

Pidió dormir protegido con un toldo, y usar pantalones largos cuando se está en un lugar donde la maleza ha crecido. 

De noviembre pasado hasta lo que va del año, el Distrito reporta más de 500 casos de chikungunya. 

El hospital Rafael Rodríguez Zambrano atiende al día hasta 90 personas con síntomas febriles por el dengue o chikungunya. De estos casos, apenas 23 se internaron.

José Matute, epidemiólogo, pidió a los ciudadanos que realicen mingas en sus casas, que desechen todos los objetos con residuos de agua donde podría proliferar el mosquito, y que tapen los tanques de agua. Con esto se evitará que más gente se enferme. 

>ENFERMOS.  Ayer las áreas de triaje del hospital local y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) lucían llenas de pacientes con síntomas febriles parecidos a los del dengue y chikungunya. 

En el hospital del IESS decenas de personas esperaban sentadas, paradas y acostadas por la atención médica.