El primer caso sucedió hace una semana, en un cajero automático, cuando Francisco retiraba dinero. Lo último que recuerda es el tropezón con una mujer y sentir un leve mareo. Luego de esto recobró el conocimiento en la sala de Emergencias del hospital Rafael Rodríguez Zambrano. 

Él contó que un hermano, al ver que no regresaba a casa, salió a buscarlo y lo encontró sentado en un banco del parque central. No tenía la mochila que siempre suele cargar, tampoco los zapatos ni los 300 dólares que había retirado. 

En los exámenes que le realizaron descubrieron que tenía escopolamina en la sangre. Aunque empezó un proceso de desintoxicación, los mareos y náuseas no se le quitan. 

Raúl, en cambio, se bajaba de un bus interprovincial en la terminal terrestre de Manta cuando fue abordado por un individuo. Éste le ofreció una pulsera de oro. Raúl perdió la conciencia. Apareció en la madrugada por la vía Interbarrial, ya sin sus pertenencias. 

Ambas víctimas sostienen que la droga que utilizaron para robarles fue escopolamina, pero ninguno de ellos presentó una denuncia formal a la Policía.

Recomendación. Enrique Bautista, jefe de Antinarcóticos de Manabí, indicó que ellos no han recibido denuncias de robo con escopolamina, sin embargo dio varias recomendaciones. 

La primera es que si se le acerca un extraño y empieza a sentir mareos, la persona finja un desmayo y se tire al suelo. Esto hará que el ladrón se asuste y huya del lugar, porque creerá que se le pasó la mano con la sustancia.

El oficial agregó que siempre habrá personas dispuestas a ayudar, y al verlo desmayado llamarán a emergencias. 

Otra de las indicaciones que dio es no recibir bebidas de extraños en bares y discotecas. Esta droga puede ingresar al torrente sanguíneo por distintas formas: inhalándola o ingiriéndola. 

Finalmente pidió a las personas que hayan sido afectadas llamar al 1800 376427 (DROGAS) para denunciar estos casos.