En el colegio Cruz del Norte el panorama era similar. “En la mañana han llegado a matricular diez padres”, dijo Gina Vásquez, jefa de talento humano. Sin embargo, Vásquez explicó que una de las razones por las que hubo poca asistencia de padres de familia se debe a que en este establecimiento manejan un sistema de matrícula diferente, a través de depósitos bancarios, en donde los padres separan los cupos para el inicio de clases y posteriormente se acercan para asentar los datos del estudiante.  

Buevos costos. Manuel Rivadeneira, coordinador zonal 4 de Educación, resaltó que en la educación privada ya otorgaron los permisos de incremento de pensiones. El funcionario enfatizó que los planteles deben justificar los costos con los servicios que ofrecen. 

La unidad educativa San Francisco de Asís, que tiene autorizado el incremento del 8 por ciento,  equipará un laboratorio de computación e implementará cámaras de seguridad. “También justificamos el alza porque queremos mejorar los sueldos de los profesores, aunque el incremento no alcanza para satisfacer todas las necesidades”, dijo Alfredo Mera, representante legal de la institución. Aquí la pensión en el nivel básico pasó de 65  a 70,20 dólares, y en el bachillerato de 70 dólares pasó a 75,60 dólares la pensión

Luis Alvarado, director de la unidad educativa Rosa Cedeño de Granizo, manifestó que el aumento de pensiones ha sido mínimo. En el básico pasamos de 65 a 70 dólares, y en el bachillerato de 70 a 75 dólares. Con esto invertimos en laboratorios de computación e inglés y en la adquisición de implementos deportivos, añadió.

Contrato. Dentro de los requisitos de matriculación se debe firmar un contrato de respaldo, esto, por ejemplo, se aplica por primera vez en el Colegio Cruz del Norte, mencionó Vásquez. “La Ley de Educación prohíbe dejar sin estudios a los alumnos por atraso o falta de pago de matrícula o pensión, sin embargo esta es sólo una medida de respaldo para evitar problemas de mora”, enfatizó.