Indira Puertas, hija del propietario y administradora del museo, destacó que éste es un centro cultural familiar que ha estado abierto al público durante 4 años, el cual ha servido para investigaciones de arqueólogos que han llegado de todo el país a analizar algunas piezas que existen en el lugar.

 

 RECOLECCIÓN. La administradora destacó que estas piezas fueron adquiridas por su padre décadas atrás, logrando reunir una gran cantidad de piezas originales de las culturas Jama-Coaque, Chorrera, Valdivia, La Tolita, Manteña-Huancavilca, de donde sobresale la cultura local, la Jama-Coaque, de la que se tiene la mayor cantidad de piezas.

Puertas explicó que el Ministerio de Patrimonio Cultural realizó un inventario de las piezas y los denominó sus custodios. Hasta aquí llegan estudiantes de escuelas, colegios, universidades y de instituciones ligadas a esta actividad, los mismos que reciben una guianza por toda el área del museo.

 

> ESTUDIOS. En una de las bodegas del centro funciona una especie de laboratorio, donde los estudiantes realizan investigaciones sobre la antigüedad de las piezas, a qué cultura pertenecen y su influencia en la zona. 

 

 VISITANTES. Maritza Soto, de Quito, destacó la calidad de las piezas que encontró en su visita al centro. Ella estuvo acompañada de su familia y con uno de sus pequeños compartió varios de los datos que recibió en la guianza.

Soto dijo que el museo representa el lugar más importante de la arqueología no solo del cantón sino de la zona, y señaló que debería contar con mayor apoyo gubernamental o municipal.