Aquello ha despertado la preocupación en las organizaciones que luchan contra la violencia a la mujer. 

La Policía informó que Virginia Villamar, quien murió el lunes en la madrugada al recibir 22 puñaladas, había denunciado a su marido Teobaldo Saltos. 

El fiscal Paco Delgado explicó que Saltos se suicidó luego de supuestamente matar a Villamar. 

Otro caso similar se registró el domingo 15 de febrero en la parroquia Leonidas Proaño de Montecristi, cuando según las investigaciones de la Policía, Carlos Espín, supuestamente asesinó a su esposa Rosa Cedeño, para luego suicidarse.

Genny Delgado, directora de la Fundación  Río Manta,     explicó que el 90 por ciento de las mujeres que buscan atención en la entidad tras ser víctimas de agresiones,  prefiere no denunciar a los maridos porque creen que no están en peligro.

“El riesgo es grande y como resultado están aquellas muertes consideradas por la Ley como femicidio. Lo peor es que los asesinos se suicidan porque saben que ahora enfrentan una pena de 26 años de reclusión”, manifestó la experta.

 

Las estadísticas. De acuerdo a las estadísticas de un estudio realizado por la Red de Atención y Violencia Intrafamiliar, el año pasado 390 mujeres sufrieron violencia física, psicológica y sexual en Manta, Montecristi y Jaramijó.

“Tenemos un repunte de violencia psicológica en la que los hombres amenazan a las mujeres de forma verbal”, agregó. 

La psicológa Ginger Reyes indicó que en la semana atiende  a 25 víctimas de violencia. Ellas cuentan que sus esposos las amenazan con asesinarlas si los llegan a denunciar. “Es por eso que no acusan a los maridos”,  añadió Reyes.

 

Los términos. Las investigaciones de la Unidad de Modelo de Atención de la Violencia contra la  Mujer (UNAVI) determina que el 70 por ciento de las mujeres en Manta son víctima de las agresiones psicólogicas. El resto son víctimas de agresiones sexuales y físicas. 

Las denuncias indican que los hombres las insultan.

La abogada Anita Delgado, activista de los derechos humanos, considera que es justa la sanción de 26 años de cárcel para la persona que le quita la vida a una mujer. 

Las investigaciones determinan que la mayoría de las víctimas son asesinadas  por casos relacionados a violencia familiar. 

En el 2014 se registraron tres casos de femicidio en Manta.