Esta planta potabilizadora funciona con tres bombas que impulsan agua hacia Rocafuerte, Montecristi, Jaramijó, Manta y la parroquia Crucita de Portoviejo, pero hace siete días se anunció que ya habían cumplido su vida útil (15 años). En ese anuncio también se reveló que una bomba se había dañado, lo que generó escasez de agua en los cantones antes mencionados. El bombeo pasó de 80 mil metros cúbicos de agua a menos de 50 mil m3 durante 5 días. La bomba fue reparada y el servicio se restablece de a poco.
El gerente José Espinoza adelantó que los municipios de Montecristi y Rocafuerte comprarían una de las bombas, por tal razón ayer se tenía previsto una reunión con tres alcaldes para concretar el apoyo. Pero dichas autoridades no llegaron. Voceros de estos municipios aseguraron no haber sido invitados.