Enhorabuena y amén, que así sea, dice la rezadora. 

Pero cuidado se quedan con los churos hechos y las comelonas en El Corozo de Riochico.

Tendrán que ser repartidas al pueblo sediento del  líquido vital, especialmente ahora que la naturaleza nos golpea duramente cuando los embalses de Poza Honda y La Esperanza están llegando a su cota crítica de almacenamiento para el suministro de agua cruda de consumo humano y de riego. 

Más aún, cuando las arcas fiscales están cruzando dificultades económicas por la baja de los precios del petróleo; en cambio, para el acueducto La Esperanza-Refinería, “inexistente por la falta de financiamiento”,  contratado en forma apresurada,  sin soporte técnico y económicos, sí fluyen los recursos, cuyo costo es  de $ 260 millones de dólares por ser deuda adquirida con el Gobierno brasileño, bajo el sistema de contratación de llave en mano, que nunca se cumple.

Además, existiendo un proyecto que verifica con todas las normas técnicas hidrosanitarias y económicas, auspiciado por el Sr.  Presidente Rafael Correa Delgado, como es la construcción del acueducto Santa Ana-Portoviejo, con un costo aproximado de 20 millones dólares, y despreciado por el burgomaestre del Municipio de Portoviejo, cuyo costo no representa ni el 7,7 % del valor del acueducto La Esperanza-Refinería, y con el préstamo que se está gestionando a través del  Banco de Desarrollo para la construcción del presedimentador, este rubro cubriría el 25 % que le correspondería aportar al Municipio de Portoviejo para la construcción  del mencionado acueducto, con un plazo  de 15 años. 

El restante 75 % será subsidiado por el Gobierno Nacional. Ojalá que la venida del Sr. Presidente  Rafael Correa Delgado a la  celebración de este 12 de Marzo,  fecha  de la fundación de la Villa Nueva de San Gregorio de Portoviejo, ciudad altiva y soberana, capital de los manabitas y una de las primeras constituidas en Latinoamérica, sea una realidad.

Y cumpliendo con su palabra caballerosa, serena y llena de patriotismo, nos traiga como mensaje lo más preciado que requiere el ser humano, como es el líquido trascendental para la vida.

Siendo la ejecución del acueducto Santa Ana-Portoviejo,  como obra prioritaria que se complementaría con la culminación del hospital de Especialidades en plena construcción.

Estas acciones lo consagrarían como el Patricio de Manabí y del Ecuador. 

Como cuando el general José Eloy Alfaro Delgado construyó el ferrocarril Guayaquil-Quito, Manta-Portoviejo-Santa Ana y Bahía-Chone-Canuto-Calceta, a inicios del siglo pasado.