Él es oriundo de Rocafuerte, cantón que no solo es conocido por la elaboración de los tradicionales dulces. Las sillas de tijera también son parte de su saber ancestral.
Manzano cuenta que a los 12 años diseñó su primera silla de tijera. La habilidad de elaborar estos conocidos asientos del campesino manabita la heredó de su padre.
Sus gruesas y trabajadoras manos llevan diseñando durante 30 años taburetes, perezosas y las sillas de tijera.
El tillo, laurel, guayacán, son algunas de las variedades de madera que se utilizan para elaborar estas artesanías, explica Abelardo.
Las perezosas grandes tienen un costo de 15 dólares, mientras que las pequeñas cuestan 8 dólares. Las que son elaboradas a base de guayacán se las encuentra por 25 dólares.
Las sillas de tijera tienen un valor de 15 dólares.
Abelardo indica que llega a elaborar hasta 30 perezosas diarias.
Miguel Manzano es otro artesano de la zona, cuenta que las tradicionales sillas de madera se comercializan poco, puesto que la industrialización de las sillas plásticas aumentó en los últimos años.
Este artesano dice que durante la época de invierno la comercialización de estas sillas es baja, sin embargo se da tiempo para realizar una que otra “travesura”, como le llama Miguel.
A través de su creatividad representada en madera también elabora las ‘chancheras’, que varían su precio por el tamaño y la calidad de la madera.