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Pinchagua. Por veda se quedan sin trabajar 9 mil personas
“Sin camello”

Mónica Bailón de López es una de las más de 9 mil personas que desde hoy se queda sin trabajar en el eviscerado de pescado en las enlatadoras de Jaramijó y Manta.

Domingo 01 Marzo 2015 | 04:00

La mujer de 40 años y moradora de Jaramijó ha dedicado más de 20 años a esta labor y sabe que anualmente, durante dos meses, paraliza su trabajo por la veda de la sardina y los pelágicos pequeños que inicia hoy y dura todo el mes de marzo.
 
Olmedo Suárez, del sitio San Pablo de Santa Elena, tiene más de 12 años trabajando en la parroquia Machalilla, de Puerto López, en el traslado en tina de la sardina desde la playa hasta las cabañas donde sacas las tripas de la sardina.
Suárez dice que antes de las vedas de marzo y septiembre ahorra para tener dinero en los meses de las vedas.
El pescador artesanal Arturo Barcia estima que en el sur manabita son más de 3 mil personas que se quedan sin trabajo durante la veda.
Juan Mero, dirigente pesquero de Jaramijó, estima que en este cantón son más de 3 mil personas que paralizarán sus actividades. Además, unos 800 pescadores artesanales de Jaramijó que pescan con el arte de rizo, no salen a faena.
Laura Zambrano, armadora pesquera de Crucita, estima que allí unas 3.500 personas dependen de la pinchagua.
Ley. El Viceministerio de Acuacultura y Pesca, en el Acuerdo Ministerial 047, del 9 de abril de 2010, estipula veda para la pesca del  1 al 31 de marzo y del 1 al 30 de septiembre de cada año.
“Esta acción se genera con el propósito de garantizar el trabajo, alimentación y preservación del ambiente”, indica la entidad, por ello como medida de control, toda la flota con red de cerco de pelágicos pequeños deberá permanecer en puerto.
Luis Aguirre, pescador del sitio Los Arenales de Crucita, desembarcó ayer su ropa de trabajo del barco chinchorrero que captura sardina. Dijo que durante las vedas se dedica a dar mantenimiento al barco. “Nos dedicamos a remendar la red, pintar la lancha y descansar. No nos dedicamos a otra cosa, porque no tenemos otra profesión”, dijo Carlos Mero.
José Delgado, armador pesquero de Jaramijó, llevó hasta el patio de su casa la red para darle mantenimiento. Los pescadores artesanales y personas que evisceran pescados esperan un apoyo del Gobierno para tener trabajo en los tiempos de veda.
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