Actualizado hace: 940 días 10 horas 41 minutos
Arturo Ceballos Delgado
Érase una vez los contras (parte III)

Para no variar, los contras, los desenchufados, los que hacen de la política un negocio; los que se oponen a todo y secundados por una foránea ultra derecha, el 30 de septiembre del 2010 intentan destabilizar al gobierno confabulando con policías descontentos, debido a la desinformación de la ley de Servicio Público. Con la ayuda del pueblo quiteño y del Ejército se capeó este golpe.

Jueves 26 Febrero 2015 | 04:00

La R.C. con su líder, sigue la gloriosa trayectoria con su proyecto político, alabado por muchos y criticado por otros. La reelección del año 2013 trae como consecuencia el sueño dorado de todo presidente, el cual es tener un Legislativo a su favor para dictar las leyes pendientes. El Legislativo, por ser el representante del pueblo que los eligió y de acuerdo al mandato constitucional, será el encargado de hacer ciertas enmiendas a la Constitución, entre las cuales hay una muy controversial, la reelección indefinida para todos aquellos políticos de elección popular, convirtiendo al pueblo, que pocas veces se equivoca, en el juez imparcial en las urnas. Ciertos medios de comunicación, distorsionadores de la información, junto a ciertos canales televisivos y radiales, no incluyen en sus noticias los cambios radicales que está llevando a cabo la presente administración de la R.C. Confunden al pueblo, que si no fuera por la rendición de cuentas que todos los sábados el presidente da a la ciudadanía y los medios de propaganda del gobierno como el diario El Ciudadano, Ecuador TV, y en cierto modo el diario el Telégrafo de Guayaquil, estaríamos presa de estos engreídos y embusteros que se guardan lo bueno y nos dan lo malo para nuestra información.
Todos los gobiernos tienen un desgaste político, pero es asombroso ver que el líder de la R.C. aún sigue con márgenes altos de aceptación nacional e internacional, convirtiéndolo en un fenómeno de la historia política ecuatoriana por su política de inclusión, el manejo de la economía, la educación, la salud, la seguridad, la vialidad, su carisma, por haber conferido los derechos civiles a los pobres y de haberles dado esperanza para una vida digna, le aseguraran un puesto prominente en la historia.
Sin un decente líder de la oposición que presente un proyecto político, meritorio y honrado, que cumpla con las aspiraciones nobles del pueblo, la reelección del líder por 4 años más está asegurada, para seguir con la restauración de la patria iniciada por el ilustre liberal manabita hace más de un siglo.
 
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