Largas filas de visitantes con sus parientes y maletas coparon los andenes tanto para lograr comprar un boleto como para esperar una unidad que los llevara a sus destinos.

Epera. Julian Chávez, quien viajaba a Guayaquil, buscó sin éxito un pasaje en Manta, finalmente lo consiguió en Portoviejo tras una larga espera.

Aunque confiesa que se fue cautivado por las playas manabitas, su retorno se volvió un problema.

Algo similar les ocurrió a los siete miembros de la familia de Mayra Franco, de Babahoyo.

Ellos esperaron por varias horas hasta que consiguieron cómo transportarse.

Abarrotados. En las cooperativas de transporte se usaron prácticamente todas las unidades disponibles.

Tayron Leal, de Coactur, informó que los destinos más solicitados fueron hacia Guayaquil, Bahía de Caráquez y Pedernales.

En esa cooperativa, indicó, a los 90 turnos regulares debieron sumar 30 adicionales.

En la cooperativa Reina del Camino, Javier Mendoza prácticamente se dedicaba a comentar que ya no había pasajes disponibles. Quienes los compraban debían viajar hoy y otros incluso mañana.

Aquí, explicó, a más de los 20 turnos normales se usaron diez extras.

Los números en la cooperativa Carlos Alberto Aray fueron similares. Allí, Miguel Quiroz dijo que los destinos más solicitados por los pasajeros fueron Quito y Santo Domingo.