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Sucre y la escasez  de lluvias
Sucre y la escasez de lluvias
Por: Alfonso Delgado
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Miércoles 04 Febrero 2015 | 04:00

Ayer se conmemoraron 220 años del nacimiento de Antonio José de Sucre, uno de los actores principales en la independencia hispanoamericana, ya que fue un militar venezolano nacido el 3 de febrero de 1795 y que por su actuación junto con Simón Bolívar le tocó participar en decisivas batallas dirigiendo a las tropas independentistas, tales como la del Pichincha en 1822, la de Ayacucho en 1824 y la de Tarqui en febrero de 1829. Por su valioso triunfo en la batalla de diciembre de 1824 se lo identificó con el grado de Mariscal de Ayacucho. Este héroe venezolano fue asesinado en Pasto (Colombia) en 1829 y sus restos trasladados al Ecuador, en donde reposan en la ciudad de Quito.

 

 
En homenaje a este célebre militar y político venezolano, nuestro cantón lleva precisamente  el nombre de este héroe de la independencia ecuatoriana, ya que al ser creado como tal en 1875, se lo hizo con la identificación de cantón Sucre,  dándose así  orgullo y renombre a este sector de la Patria, que ha sabido llevar por siempre y bien en alto ese nombre que lo acerca y trae a la mente de todos los caraquenses el recuerdo imperecedero de quien fuera el Mariscal de Ayacucho  Antonio José de Sucre. Por ello creemos, que esta fecha del 3 de febrero debe ser de grata recordación ciudadana y que las autoridades correspondientes cumplan cada año en por lo menos depositar un arreglo floral al pie del monumento que está ubicado en el centro del parque que lleva también su nombre e identificado como Plazoleta Sucre.
La escasez de lluvias.-  Algo que se está haciendo muy notorio en este vasto  e importante sector de la costa norte manabita es la escasez de lluvias en la estación llamada invernal. Está comenzando febrero y lo que han caído son unas pocas lloviznas, creando la preocupación de manera general, ya que se trata de una zona agrícola y ganadera.
Los anuncios anticipados de los organismos especializados han sido en vano, ya que no aparecen las lluvias (léase aguaceros) peor aún el tal fenómeno conocido como El Niño. Ni lo uno ni lo otro. Lo cierto es que ya no es como 50 o 60 años atrás, cuando ante situaciones parecidas se bombardeaban químicamente las nubes y se provocaban las lluvias que beneficiaban a todos. Trae al recuerdo el accionar del astrólogo Eloy Ortega. 
Se hace necesario entonces que las autoridades en general no sigan de brazos cruzados y se haga algo con la ciencia moderna para que llueva también en esta zona. Si antes se pudo, ahora también. 
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