La Corte de Apelaciones de Londres desestimó el recurso presentado por Topshop, que quería que se anulara una decisión del 2013 del Tribunal Superior británico que declaraba que la empresa había vulnerado los derechos de imagen de la artista.
Los jueces precisaron que, aunque los famosos no tienen el control general de todas las reproducciones de su imagen, en este caso la cantante fue perjudicada porque representa a una marca rival, River Island.