Los gritos de las personas llegaron a los oídos de Richard Saltos, un portovejense que ya en otras ocasiones se había atrevido a desafiar a las olas por rescatar a bañistas en riesgo. 

Los que no conocían a Richard pensaron que se iba a ahogar junto al joven bañista. 

Los crucitenses que ya habían sido testigos de otras hazañas del “Aquaman” manabita, estaban tranquilos porque sabían que el rescatista definitivamente iba a salvar otra vida.

Y así fue, lo hizo. 

En medio de aplausos logró llevar hasta la orilla al joven.

En agradecimiento, Walter Ramírez compareció hasta la Notaría Pública Cuarta de Portoviejo para declarar bajo juramento que ese día Richard lo rescató de la muerte en un acto de heroísmo.

Esta actividad judicial la realizó Saltos para fortalecer su participación como candidato a ser parte de la lista de los “Héroes y Heroínas Nacionales”.

No obstante, la Comisión de Verificación y Calificación de Héroes y Heroínas Nacionales, se pronunció al respecto y dijo textualmente: “Esto no genera un acto heroico alguno, de acuerdo a lo establecido en el artículo 1 de la Ley de Reconocimiento a los Héroes y Heroínas Nacionales”.

Él siguió laborando como salvavidas. Tiene más de 100 rescates de bañistas, recuerda.

 

 miedo. Saltos admite que siente miedo cuando se atreve a introducirse al mar para salvar a una persona. 

Cuenta que esta labor la viene haciendo desde que tenía 15 años. Como producto de sus actuaciones heroicas,  tiene una clavícula fracturada y una lesión en la columna. Una vez casi pierde la vida por salvar a dos niños que estaban siendo arrastrados.