La actriz Jennifer Aniston ha revelado que su dislexia, la cual le fue diagnosticada por casualidad una vez cumplidos los 20 años, tuvo consecuencias devastadoras en su educación y en su autoestima.
"La única razón por la que supe que sufría dislexia fue porque fui a que me graduaran la vista. Me pusieron unas gafas de pasta gigantes, con una lente azul y otra roja. Me hicieron leer un párrafo y luego me hicieron una especie de test, me hicieron diez preguntas basadas en lo que acababa de leer y creo que acerté solo tres. Después me pusieron un ordenador en los ojos para mostrarme cómo se movían mientras leía. Me saltaba cuatro palabras para retroceder luego dos, y además también tenía un ojo vago, como bizco, que siempre tenían que retocar en las fotografías", confesó la intérprete a The Hollywood Reporter.