Naturalmente que no todo es perfecto. No todo lo que se ofrece y se da es a satisfacción de ese turismo receptivo. Ha habido fallas, las que tendrán que ser corregidas por las personas y organismos públicos y privados que mucho tienen que ver con ese accionar turístico, llamado a ser uno de los principales pilares de esa actividad que debe caracterizar a un país con tantos atractivos naturales, como lo es el Ecuador.

Siendo los tres días de Carnaval el feriado más cercano, se está a tiempo para planificar y programar lo mejor de lo mejor para el necesario éxito. Quedan 25 días;  y de ser conveniente, hágase esa planificación de manera mancomunada entre los organismos y municipios de estos cantones norteños involucrados. Porque no pueden fallar servicios básicos como los de agua potable, electricidad, telefonía, alcantarillado, limpieza de playas y calles, hotelería y restaurantes. La atención debe ser de primera y los funcionarios públicos y privados deben actuar haciendo frente a la situación del momento, compensándose de cualquier otra manera esa labor extra desarrollada. Trabájese en conjunto por este y los futuros feriados, porque el turismo es la esperanza de mejores días. El turismo receptivo beneficiará a toda esta importante región. Sigamos adelante con fe, entusiasmo y buena predisposición.