Ella asegura que, desde los tres años, el niño presentaba pequeñas “bolitas” en el cuello y pecho, que luego desaparecían. 

“Cuando acudimos al médico ya era muy tarde”, dijo la mujer, agregando que la enfermedad ya había hecho metástasis en el cuerpo del niño, provocándole la muerte a los pocos meses. “No pudimos hacer nada”, indicó. 

Prevención. Julio Guillem, pediatra onco-hematólogo de Solca Manabí, aseguró que este tipo de historias se pueden evitar con una visita oportuna al médico. 

De acuerdo al experto, hay pequeñas alertas de las que un padre debe estar pendiente si quiere conservar la salud de su hijo.

“Si un niño está pálido, baja de peso con rapidez, se niega a comer y no duerme bien, es porque algo en su salud está mal”, precisó el galeno.

Opinión similar tiene Cecibel Girón, pediatra del hospital Verdi Cevallos Balda. 

La experta asegura que los controles pediátricos “son esenciales para el desarrollo correcto de un niño”.

Según señaló, los infantes de 0 a 1 año de edad deben acudir al pediatra una vez al mes. Mientras que los niños de 2 a 3 años deben ir cada 2 meses. Agrega que, luego de los tres años, las visitas pediátricas deben ser cada seis meses. 

“Muchos padres consideran que el pediatra no puede hacer mucho. Sin embargo, el médico es el que se encarga de controlar el crecimiento del niño y ver esas pequeñas señales para saber si tiene o no una enfermedad congénita o catastrófica”, insistió Girón. 

Corazón. Con seis semanas de edad, “Raulito” presenta un fallo en el corazón. 

Según contó Girón, el pequeño llegó al hospital con síntomas de neumonía, pero al ser valorado se le pudo diagnosticar la verdadera dolencia. 

La doctora Azucena Mieles, del área de Vigilancia de la Salud Pública de la Zonal 4 de Salud, señala que las enfermedades cardíacas no son muy comunes en los infantes ,“pero existen”. 

“Es poco común que un niño sufra un infarto; sin embargo, cuando hay enfermedades congénitas que no han sido diagnosticadas y que no han sido tratadas, ese desenlace puede suceder”, recalcó. 

La experta agrega que la dieta sana y la actividad física ayuda a que niños y adultos mantengan un corazón sano, “además de que previene otras enfermedades como diabetes e hipertensión”, dijo. 

Muerte. Según la Unicef, alrededor de 29.000 niños menores de cinco años mueren todos los días, especialmente de causas que se podrían evitar.

De acuerdo al organismo, más de un 70% de los casi 11 millones de muertes infantiles que se producen todos los años se deben a seis causas: la diarrea, el paludismo, las infecciones neonatales, la neumonía, el parto prematuro o la falta de oxígeno al nacer.

En el área Oncológica, los cánceres más comunes en los niños son la leucemia, los tumores en el sistema nervioso y los tumores en el sistema linfático. 

De acuerdo a cifras proporcionadas por el hospital de Solca Manabí, de 2004 a 2010 se registraron 393 casos de cáncer en menores de 19 años.

Asimismo, en el 2012 se registraron 32 nuevos casos de cáncer en menores de 15 años. Mientras que 13 menores fallecieron a causa del cáncer en ese mismo año. 

Ministerio de Salud. De acuerdo a datos proporcionados por la Zonal de Salud 4, las muertes neonatales consideradas como evitables son: Un recién nacido con peso al nacer mayor a 2.500 gramos, muertes de neonatos después de cesárea electiva, muertes de neonatos a término (entre la semana de gestación 37 a la 41, muertes neonatales por brotes infecciones en casos inusuales en los servicios de Neonatología.

Según estos parámetros, en la Zona de Salud N° 4 han ocurrido diez muertes neonatales en el 2014.

Factores en la aparición del cáncer. Julio Guillem, pediatra onco-hematólogo de Solca Manabí, fue claro al indicar que la aparición del cáncer se da por diversas causas, muchas de ellas ajenas a la prevención que pueda realizar una persona. 

Sin embargo, mencionó tres factores que podrían predisponer a que un infante o adulto desarrolle cáncer, los cuales son genéticos, ambientales y virales. 

Respecto a los factores genéticos, Guillem indicó que estos se presentan cuando un familiar del infante ha tenido cáncer. “Un padre debe estar más atento en la salud de su hijo cuando hay antecedentes de cáncer en la familia”, manifestó. 

Agregó que entre los factores ambientales se encuentran el humo del tabaco y el uso de ciertos pesticidas o químicos a los que los niños podrían estar expuestos.

“La salud de los niños da muchas señales, los padres deben estar atentos ante cualquier declive en ella”, finalizó el galeno.