Si en nuestro país hay la decisión política de crear el Ministerio de Zoonósis o una Subsecretaría Técnica, se orientaría y coordinaría con otros organismos nacionales e internacionales las medidas adecuadas para enfrentar “posibles” casos o brotes de cualquier de las 250 Zoonósis tipificadas. No olvidar que todas las zoonosis tienen que  ser vigiladas, controladas y monitoreadas permanentemente; que en base a  las investigaciones se  elaboran  mapas epizootiológicos y epidemiológicos, permite identificar los lugares de potenciales brotes por la existencia de vectores,  agentes transmisores u otros factores de riesgo para planificar y  ejecutar acciones de educación preventiva, planes de contingencia, aplicación estricta de protocolos actualizados, disponer de recursos humano y económico, de  logística requerida etc.   No  esperar que ocurra algún caso o brote  para pensar qué se debe hacer.

Es necesario que se conforme equipo multidisciplinario que científica y técnicamente sea entrenado  y capacitado para que diseñen y apliquen las mejores alternativas para enfrentar cualquier tipo de zoonósis, ya sea vírica, bacteriana, parasitaria, micótica, rickettsial, que son agentes etiológicos que viven en forma natural en vertebrados o en invertebrados y que pueden infectar o infestar al hombre en el campo o en la ciudad en cualquier época del año.

La facultad de Medicina Veterinaria de la U.T.M.  debería difundir información en las escuelas, colegios, en área urbana y rural sobre las zoonósis conocidas que se presentan en la provincia, que pasan desapercibidas porque no son notificadas, y de aquellas exóticas para que la población tome las debidas precauciones y ejecute las recomendaciones técnicas. 

Ojalá este artículo, de modesta opinión, sea analizado por la Sra. Gobernadora e informe al Presidente que el ecosistema en nuestra provincia, la biodiversidad de la gran fauna silvestre y otros factores, justifica se dé la debida importancia a este problema de la salud pública.