Jorge no profesaba ninguna religión hasta los 16 años, cuando decidió formar parte de las creencias religiosas de su progenitora. A pesar de que su padre es católico y su madre es testigo, ellos no influenciaron en su decisión de elegir una religión. Para él, diciembre le representa esfuerzo, ya que en este mes la demanda de trabajo es más fuerte por ser una fecha comercial. Jorge tiene su negocio de imprenta y trabaja todos los días de la semana. Su religión no le impide festejar la Navidad, pero cree que “para ser buenas personas no se necesita que llegue diciembre”. Su padre sí celebra la Navidad y él respeta sus creencias, según explica.

Hace 11 años que Wang Rong Nua, comerciante, vive en Portoviejo. Él es budista  y no celebra la Navidad. Esta fecha representa uno de los pocos días de descanso que tiene al año, y lo disfruta en compaña de su familia. Por su parte, Javier Avellán Véliz, tao-judío, es conocido como un Majadma, que significa “alma grande”. Dice que festeja la Navidad de una manera espiritual y en familia, siempre en busca de un equilibrio evitando el consumismo que se vive en este mes. 

María Fabiola Avellán, quien dice ser atea, manifiesta que sería una actitud extremista que, por no creer en un ser supremo, no celebre esta fecha. “Festejo la oportunidad de estar junto a la familia y poder pasar un momento agradable”, explica.

TESTIMONIOS. Más allá de lo religioso, en Navidad la gente acostumbra a hacer regalos, cenas y otras celebraciones. Alexander Zambrano, pastor evangélico, cree que no es necesario tener una decoración navideña. “No armo el árbol de Navidad por conciencia, creo que es necesario vivir por convicción y no por lo que otros hagan”, explica. Alexander cuenta que algunos evangélicos tienen  árboles navideños, él piensa que es una decisión que se debe respetar. Del mismo modo, Joffre Rezabala, obispo mormón, señala que en estas fechas él pasa en familia. Está consciente de que muchas personas no tienen la posibilidad de decorar sus casas, lo que le hace reflexionar y adornar su hogar de una manera sencilla. Juan Carlos Vera, sacerdote católico, inició este mes encendiendo una de las cuatro velas que prende cada domingo durante todo diciembre. Las velas representan el camino del amor, y la guía hacia un camino espiritual y de fe.

OTRA OPINIÓN. Yuliya Goloskokova, gestora intercultural y especialista en religiones, dice que las distintas religiones no celebran la Navidad del mismo modo, pero en ocasiones se encuentran sumergidos en entornos diferentes.  Muchos consideran el 25 de diciembre una fecha para dedicarle a su familia o actividades personales, explica la especialista. “La Navidad es tiempo de reencuentro interior y vida saludable a través de los buenos deseos”, resalta.