Actualizado hace: 939 días 23 horas 29 minutos
Walter O. Andrade Castro
Vivir con la mitad

A Margaret Thatcher se le atribuye la frase, palabras más, palabras menos: “cualquier ama de casa que sepa manejar el presupuesto de su casa puede administrar un país”.

Lunes 22 Diciembre 2014 | 04:00

Claro que hablaba de una mujer de temple, de valores, de principios. La reflexión es una exageración, pero no deja de ser un mérito gigante que una ama de casa haya asumido el gobierno de una potencia mundial. Fue la primera y única mujer, hasta ahora, en dirigir los destinos de Gran Bretaña y por once años ininterrumpidos fue la primer ministra de Inglaterra. 

Poseía sentido de la disciplina, el orden y sobre todo pasión por hacer las cosas con coherencia y convicción. 

En el ejercicio de su mandato logró imponer su modelo, su visión de desarrollo y pudo cambiar estructuras añejas que hasta ese momento parecía imposible que alguien lo pudiera hacer. 

A muchos no les gustaron sus políticas o su estilo -se la llamó “La Dama de Hierro” por aplicar sin claudicar sus principios- pero dejó, dígase lo que se diga, una huella indeleble.
¿Por qué me acuerdo de esta ilustre mujer? Por el precio del petróleo. Es que ahora los países productores de petróleo deben sentir lo mismo que sentiría una persona cuando le reducen drásticamente el sueldo a la mitad –el jueves el barril de petróleo cerró a $53- o le incautan los fondos depositados en sus cuentas bancarias. Súbitamente y sin que nada se pueda hacer para impedirlo, se tiene otro escenario.  
En estos momentos entonces es que  vale la disciplina -uno de los valores de Margaret Thatcher- para sortear dificultades por las circunstancias o sencillamente por el mercado. De plano entonces, la primera medida que salta a la vista es que hay que frenar los gastos. Las preguntas en este caso serían: ¿Y por dónde irían los recortes? ¿Qué es lo que se afectaría? ¿En qué provincias y ciudades se aplicarían los ajustes del presupuesto? Esto sería necesario saber para que cada municipio vaya redefiniendo sus prioridades.
Otra medida sería vender más de lo demás. En este tema Ecuador avanza por el camino correcto: existe una promoción permanente de la oferta exportable aunque se sigue dependiendo del petróleo, banano, camarón, atún y flores. Pero con el desplome de la moneda rusa, vender a Rusia será más difícil y ellos nos compran bastante banano y flores, por ejemplo. Pero de cualquier modo se necesita aprender a vivir con la nueva realidad, con la mitad, al menos hasta que pase el temporal.

 

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