Ella recuerda que acostumbraba a festejar esta fecha en unión de su familia; sin embargo, fue una costumbre que con el tiempo se fue perdiendo. 

Teresa considera que el materialismo en estos tiempos pondera más que en otros años. Esto ha hecho que el sentido de integración, paz y amor se vaya perdiendo en la familia. “Antes el significado de obsequiar algo era compartir, ahora los regalos de lujo están sobre todas las cosas”, dice. 

TRADICIÓN. Entre las tradiciones populares para estas fechas está el intercambio de regalos, la decoración de los árboles y pesebres navideños, las visitas a las iglesias, compartir las comidas con la familia y amigos y esperar la llegada del Niño Jesús.

“El pedido de los regalos lo hacíamos escribiendo una carta dirigida a Papá Noel que era colocada dentro de un zapato junto  a la ventana”, dice Teresa.

RECUERDOS. Pastora Mera recuerda que en la época navideña solía cantar junto con sus hermanos y padres villancicos y versos ocho días antes de la Navidad.

Armar el pesebre, decorar el árbol eran momento representativos de integración en nuestra familia, cuenta Mera a sus 65 años.

“La representatividad de los regalos ahora para los niños debe ser grande o estar a la vanguardia de la tecnología”, expresa.

Ella recuerda una de sus navidades cuando tenía 8 años, para entonces explica que las muñecas de trapo o carritos de madera eran los mejores regalos.

SIGNIFICADO. Agrega que en otras épocas los padres acostumbraban a explicar a los niños el sentido de armar el árbol de Navidad, el Nacimiento del Niño Dios, los villancicos.

REGALOS. José Zamora vivió por varias décadas en la zona rural. Recuerda que en sus tiempos la Navidad era una celebración familiar y más allegados, pero no había juegos pirotécnicos.

Zamora cuenta que los regalos de aquella época eran de madera o lata. “No importaba tanto el regalo, sino compartir en familia”, indica Zamora, de 84 años.

INTEGRIDAD. Para Marianita Intriago la  Navidad de su infancia se vivía con mucha espiritualidad. 

En la actualidad las familias deciden viajar o salir a cenar a restaurantes y ya no se realiza la tradicional comida de Navidad con toda la familia reunida en la mesa del hogar. A su parecer en la actualidad la Navidad es más materialista. “Los niños esperan regalos tecnológicos y no tan sencillos”, dice Marianita, de 62 años. 

En estos días del año, según Marianita, también es tiempo para dejarse llevar por los sentimientos de solidaridad, dejando fluir libre­mente nuestro afecto, cariño y comprensión  con alguien que necesite un poco de nosotros. 

Marianita añade que las costumbres y tradiciones no deben dejarse en el olvido.