Asistimos: un par de concejales, el jefe del Cuerpo de Bomberos y pienso, los -más o menos- 200 empleados de ese otrora vital ente de la ciudad, como también algunos clientes y agentes aduaneros del poco movimiento que tiene el puerto en estos tiempos y comunicadores; quedando muchas sillas vacías en el patio adecuado para el evento.

Luego de las palabras del gerente anfitrión, la ministra -delegada del primer mandatario de la República- expresó su protocolario saludo y en lo más saliente mencionó que en el 2015 serán realidad la concesión del puerto a uno de los 3 oferentes y también la inversión de 120 millones de dólares con los que se ampliarían los muelles e instalaciones a fin de que éste sea “el puerto de aguas profundas del Ecuador”, lo que arrancó de la concurrencia, aplausos de unos y un tenue murmullo de escepticismo de otros, entre los que me cuento; más aún, luego que acabo de en el río Napo navegar horas, desde El Coca, aguas abajo, pasando por Puerto Providencia, lugar desde donde se iniciaría el transporte fluvial de la carga que desde Manta enviaríamos a Manaos, y he presenciado lo improbable, dificultoso y por ende demorado que resultaría usar fluvialmente de forma masiva -es decir rentable- la soñada ruta Manta-Manaos. 

Con éste y otros, como es el electoral y la presión Guayas/Nebot, terminarían los argumentos positivos para que nuestro puerto sea el de aguas profundas del Ecuador.

Concluyo, AA.PP. de Manta desempeñó un gran papel en el desarrollo de esta ciudad y provincia, por ello merece todos nuestros respetos; pero su presente me atrevo a calificarlo de incierto y consecuentemente su  futuro. 

Y respecto al vivir de esta ciudad, al momento ésta le debe su realidad y progreso a la pesca con todas sus actividades conexas, a la industria y comercio, y por fin, al creciente turismo nacional y extranjero. 

Lo anterior cambiaría si esta ciudad y provincia tuviesen líderes y/o autoridades con la talla de quienes otrora hicieron posible la creación de AA. PP. y sus obras; no siendo así, debemos acostumbrarnos a que nuestro inexistente puerto de aguas profundas y transferencias siga último -como es ahora- entre los 4 que dependen del Ejecutivo.