Los vestidos fueron confeccionados entre 1980 y 1990; uno de ellos, vendido por 100.000 dólares, es una pieza de Zandra Rhodes para la noche, en seda marfil y decorada con perlas, que la princesa Diana usó en mayo de 1987 durante una gala en el London Palladium.

Los otros cuatro trajes, tres de ellos de la diseñadora británica Catherine Walker, fueron vendidos entre 60.000 y 125.000 dólares; y el cuarto, el más caro, fue una creación de Caroline Charles. Estos vestidos ya habían sido vendidos una primera vez por la princesa Diana, dos meses antes de fallecer en un accidente de auto en agosto de 1997, para financiar sus esfuerzos contra las minas antipersona. En 2013, 10 vestidos que pertenecieron a la princesa se vendieron por más de un millón de dólares en una subasta en Londres.