Era un deslizamiento de tierra en el sector conocido como La Palma, Alluriquín, en donde está situada una antigua mina de material pétreo, que provocó el represamiento del río Pilatón y la inundación del poblado.

Los moradores sabían que todo era parte de un simulacro cuyo objetivo fue medir el tiempo de reacción de los habitantes y de los organismos de socorro en una emergencia como la anteriormente señalada. 

Walter Molina, representante de Gestión de Riesgos, señaló que las unidades del Cuerpo de Bomberos y Cruz Roja llegaron desde Santo Domingo y se tardaron 30 minutos.

“El 80 por ciento de la población colaboró con la actividad, incluso los locales comerciales ubicados en la vía principal del centro poblado no abrieron sus puertas”, señaló Molina.

El evento se desarrolló ayer. 

Desde las 10h00 el tráfico de la vía Santo Domingo a Alóag se vio interrumpido en el recinto Piedra Grande y también un kilómetro después de Unión del Toachi, agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador, CTE, hicieron un control.

Olga Reyes tiene 84 años de edad y ayer permanecía en uno de los dos puntos de encuentro que hay en la parroquia.

“Esto del simulacro es bueno, porque estamos conciente que vivimos en peligro por los ríos que están cerca”, afirmó.

Según William Arteaga, presidente de la Junta Parroquial de Alluriquín, cerca de dos mil personas que viven en el centro poblado participaron en la actividad. 

Varios organismos de socorro llegaron hasta la parroquia entre ellos un contingente del Grupo de Operaciones Especiales, GOE, que estuvo a cargo del rescate de cuerpos del río.

La Secretaría de Gestión de Riesgos ha señalado que en el recinto Unión del Toachi existe una falla geológica que amenaza con desprender parte de la montaña.