En este lugar elabora con el muyuyo y bejuco diferentes artículos que expone y vende a un costado de la carretera.
Entre las diferentes artesanías que realiza están los muebles de sala, comedor, dormitorio, adornos, implementos para bares, lámparas, puertas, cerramientos y cercos, entre otros.
El muyuyo mayormente lo consigue en el bosque seco de Jipijapa y el bejuco en Cerecita de Progreso, en Guayas.
Franco relata que a los 17 años ingresó a trabajar de ayudante en un taller en Villamil Playas con el maestro José Lozano, allí aprendió este arte durante seis años, luego se trasladó a Manta para poner su propio taller y hace tres años decidió volver a Las Cañas, de donde es oriundo.
Trabaja junto a su esposa e hijos en este humilde taller, con muchas ganas y deseos de mejorar todos los días, dijo.
En Playas recuerda que obtuvo el título de maestro artesanal en el año 2000, expedido por la Junta Nacional de Defensa del Artesano.
Dice que espera hacer las gestiones para presentar un proyecto a la CFN para mejorar su negocio.