Las tierras de este sector son productivas. 

Los tsáchilas cosechan variedad de productos para poder sobrevivir. 

Félix Aguavil, miembro de la comuna, asegura que más allá de la curandería, la agricultura forma parte de la vida de ellos. 

“La naturaleza es la encargada de proveernos el alimento diario”, comenta el hombre de 50 años.  

A pesar de sus labores obligatorias dentro del sector, existen comuneros que invierten parte de su tiempo en la búsqueda de un nuevo talento.

Aguavil afirmó que ese es el caso de su familia, quien junto a dos jóvenes tsáchilas formaron un grupo  musical. 

“Encontramos en la música una manera de dar a conocer nuestra cultura”, informó.

Sus hijos Félix y Alexander Aguavil lo acompañan en la agrupación, que no cuenta con instrumentos autóctonos de la comuna, sino más bien modernos. 

“Nuestra agrupación decidió llevar la música tsáchila un poco más lejos, mezclándola con melodías actuales, propias del mundo moderno”, refirió Alexander Aguavil.

El tsáchila dice que una de sus aspiraciones es incentivar a los jóvenes de la comuna a mantener las tradiciones como las de pintarse el cabello. 

“Pocos somos los que nos pintamos el pelo con el achiote, símbolo de protección”, apuntó.

“Cuando salimos al centro de la ciudad vestidos como tsáchilas los hampones, pensando que tenemos dinero, nos roban”, expresó Aguavil.