La ciudadana afirmó que ya tienen más de cuatro años habitando en el sector y el problema no ha sido solucionado.
López explicó que existen tres pequeñas pozas al descubierto y dos filtros, donde se deposita el agua, pero las piscinas no tienen salida y eso provoca los malos olores, dijo.
“Tampoco es solución que llegue el sifonero y saquen el agua para arrojarla al potrero que está a un costado del reasentamiento, porque continúa la contaminación”, recalcó Mónica López.
SOLUCIÓn. Rocío Mendoza, ciudadana, manifestó que teme que llegue el invierno y el problema sea mayor.
Carmen Yunga, moradora del sector, relató que la solución la deberían tener las autoridades municipales.
“Hay niños enfermos y el tema es preocupante. No basta con la llegada del sifonero, sino que brinden solución definitiva a este problema”, indicó.
MUNICIPIO. El director encargado de Servicio Público municipal, David Bravo, explicó que el biodigestador que hace el tratamiento del agua está saturado y provoca los malos olores, ya que fue construido para pocas personas. Sin embargo, dijo, se brinda mantenimiento con el sifonero.
Refirió que el municipio ha hecho los estudios respectivos y para el 2015 está previsto hacer la conexión al alcantarillado sanitario de ese sector.
Mónica López recordó que antes vivían en la ciudadela San Roque Arriba y, debido a que hubo deslizamientos de tierra, fueron trasladados hasta el actual reasentamiento construido por el Miduvi.
Aseguró que hasta la fecha no les adjudican las viviendas a las familias.
En primera instancia cada familia hizo su propio pozo séptico, pero como están casi al mismo nivel del río, las pozas se llenaban constantemente y el Miduvi construyó la poza séptica que ahora les causa malestar, aseguró López.