Ella no es de raza fina, lo que la convierte en una perra “chola” y poco apetecida para tener como mascota. Nadie sabe cuándo llegó ni de dónde al recinto policial, lo cierto es que ella hizo de este lugar su casa y sólo sale para buscar alimentos. En un trozo de botella plástica le proveen de agua y ella agradece el gesto moviendo la cola. No está acostumbrada a recibir mimos y cuando alguien trata de acercarse prefiere refugiarse en su madriguera. Blanquita es una más de las cifras inexistentes de los perros considerados callejeros y que deambulan por las vías de Manta.
Mientras que la historia de Angie es distinta y llena de comodidades. Ella es de raza Boston Terrier y vive en Quito, con la familia Marcillo Alván, cuatro veces al año llega de vacaciones a las playas de la Costa y le encanta que la entierren en la arena tibia. Ella es el ejemplo de lo que se conoce comúnmente como un “perro con pedigrí”, que en la mayoría de las ocasiones tienen atenciones similares a las de un humano y tienen un alto costo monetario.
En casa tiene su propia cama y cuatro vestidos para la época de frío y sólo se alimenta con croquetas.
Sus dueños indicaron que la llevan al veterinario una vez al año o cuando lo requiere su enfermedad, puesto que sufre de arritmia cardíaca. Ella es el centro de atención de la familia, ya que todos son adultos, y contrario a Blanquita le gusta que la mimen y la acaricien. Pero el proyecto de Ley Orgánica de Bienestar Social, más conocido como “LOBA” , intenta cambiar la realidad no sólo de los perros y gatos del país sino de todos los animales.
> LOBA. El proyecto “LOBA” abarca cinco grandes áreas: Violencia, salud pública, derechos de la naturaleza, bienestar animal y buen vivir, así lo explicó Silvia Bastidas, del Observatorio de Fauna Urbana. La iniciativa está encaminada por seis organizaciones, entre ellas Protección Animal Ecuador (PAE), Asociación Animalista Libera-Delegación Ecuador, Plataforma IDEA, Rescate Animal Ecuador, Colectivo Vegano y Colectivo Samay, informó diario El Telégrafo.
El articulado fue entregado a la Asamblea Nacional el 30 de octubre, después de una caminata en la que participaron varios grupos de protección animal. Entre otros puntos que se mencionan en el documento está definir obligaciones de los titulares (dueños) de animales domésticos y definir las obligaciones del Gobierno central y de los municipios. Esto, principalmente, por los perros callejeros que hay en el país.
Además buscan socializar una campaña de educación y concienciación sobre las responsabilidades éticas sobre los animales. También se busca impulsar la adopción de animales de compañía y disponer la esterilización para perros y gatos en venta y en adopción. Inclusive se quiere regular la disección de los animales vivos con fines de investigación patológicos o fisiológicos. Mientras los legisladores analizan el proyecto de ley, Blanquita sigue en su madriguera y Angie viaja en el asiento trasero del carro con su familia hacia la ciudad de Quito hasta sus próximas vacaciones.
Pero la defensa de los animales se toma las redes sociales. En algunas páginas se recomienda dejar botes con agua en los portales puesto que algunos perros callejeros deben caminar días para encontrar un poco de agua. Otras en cambio se dedican a rescatar perros y luego ponerlos en adopción.
Por: Pedro Vargas, periodista
