Ella es de Cantón, una ciudad del sur de China, y llegó a la ciudad hace cinco años porque le interesaba trabajar. Vino junto a su esposo y su hijo. Una vez en Manta compraron el chifa Flor de Rosa, ubicado en Tarqui, que tiene un poco más de 20 años en este sitio. Por lo que recuerda fue uno de los primeros. 

Y es que la presencia china en la ciudad se dio con los chifas, luego vinieron las tiendas de mercadería de su país y ahora ellos también está involucrados en la actividad pesquera.

En Manta no hay una colonia China, algunos se conocen, pero cada quien trabaja independientemente.

Gud Ying señaló que actualmente en la ciudad hay cerca de 10 chifas ubicados en distintos sectores. Los clientes buscan el plato predilecto: el chaulafán. Gud Ying y su esposo son dueños de dos chifas en la ciudad. Uno está en Tarqui y el otro en el barrio Jocay.

Otras actividades. En el 2005 los chinos ya no solo llegaban a poner negocios de comidas. En este año Wen Wenping llegó de Fujian para vender mercadería asiática. El comercial China fue uno de los primeros locales comerciales en ofertar ropa, calzado y otros productos chinos. 

Según Wenping, sus productos tienen mucha acogida porque son económicos y cada vez hay algo nuevo que ofrecer a los clientes. Ahora en Tarqui hay seis locales que dinamizan el comercio de este sector.

Todos se conocen, son amigos y otros familiares. Ese es el caso de Yan Ling, prima de la esposa de Wenping. Ella está a cargo de otro de los locales de Tarqui.  

Hablan poco español, pero las personas que trabajan con ellos, como Franklin Navarrete, aseguran acostumbrarse a la comunicación laboral que mantienen.

En la actividad pesquera en Manta hay cerca de ocho comerciantes chinos que se dedican a la comercialización y exportación de pelágicos (peces) pequeños. Se conoció que ellos en su mayoría han alquilado plantas empacadoras para almacenar y procesar los peces para su posterior exportación a China, Japón y Corea.